Dar una correcta respuesta a las necesidades del organismo en cada etapa de la vida es fundamental para contribuir a la buena salud de las personas. Por tanto, resulta imprescindible apostar por una buena nutrición; esto es, por una dieta suficiente y equilibrada, que es la que, según apunta la Organización Mundial de la Salud (OMS), nos permite reforzar nuestro sistema inmunitario y reducir, con ello, nuestra vulnerabilidad de cara a contraer distintas enfermedades.
La preocupación por la alimentación crece día a día, puesto que nuestra sociedad es cada vez más consciente de la importancia de disfrutar de una alimentación saludable, que, además de proporcionarnos una salud más robusta, nos aporte un correcto desarrollo físico y mental. Y esta creciente concienciación lleva a la ciudadanía a apostar por menús ajustados, acordes a los condicionantes particulares de cada individuo (como su edad, su constitución, las exigencias físicas y mentales que ha de afrontar en su día a día e incluso las posibles patologías que padezca, puesto que la evolución de las mismas puede mejorar con una alimentación adecuada y equilibrada). Es por ello que la venta de productos dietéticos es cada vez mayor en España, lo que certifica el buen momento que vive el sector. A ello hay que sumar un mayor protagonismo de los alimentos naturales en la cesta de la compra y la apuesta por la vuelta al rural y por la producción ecológica; la creciente demanda de productos cuyo origen no sea animal; el incremento de la oferta de alimentos adaptados a personas que sufren intolerancias; e incluso la preocupación de un porcentaje cada vez más significativo de los consumidores por la procedencia de aquello que consumen.
De esto se deduce que el concepto "comer bien" ha evolucionado, al entenderse actualmente como un sinónimo de "comer de forma sana y equilibrada", y que en algún caso se ha ampliado hasta incluir también la apuesta por un consumo consciente y responsable, que exige una información clara y detallada acerca de las particularidades de cada producto. A lograrlo contribuye la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) que:
Esta preocupación por la nutrición adecuada no se limita a España, sino que es internacional, algo que derivó, en mayo de 2004, en la puesta en marcha de la Estrategia Mundial de Alimentación, Actividad Física y Salud (DPAS) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la que se abordan dos de los principales factores de riesgo de las enfermedades no transmisibles: el régimen alimentario y la actividad física, a fin de completar la labor que la OMS y distintos países realizan para prevenir la desnutrición y las carencias de micronutrientes.
La iniciativa surgió a partir del Informe sobre la salud en el mundo 2002, en el que se exponían las circunstancias en las cuales, en la mayoría de países, unos pocos factores eran responsables de gran parte de la morbilidad y de la mortalidad. En el caso de las enfermedades no transmisibles, se concluía que los factores de riesgo más importantes eran: la hipertensión arterial, la hipercolesterolemia, la escasa ingesta de frutas y hortalizas, el exceso de peso, el sedentarismo y el tabaquismo. Por tanto, cinco de ellos estaban estrechamente vinculados con una mala alimentación y con la falta de actividad física. Así, en dicho documento se apuntaban las posibilidades de mejora de la salud pública mediante la adopción de medidas para reducir la prevalencia de los factores de riesgo, de ahí la elaboración del proyecto de Estrategia Mundial de Alimentación, Actividad Física y Salud de la OMS; un ambicioso plan, en el que se abordan infinidad de perspectivas y en el que se apunta, entre otras cuestiones, que es imprescindible atender al hecho de que los hábitos alimentarios y de actividad física suelen responder a tradiciones locales y regionales que, de ser inadecuadas, han de contrarrestarse.
El compromiso internacional junto con la concienciación y preocupación ciudadana por contribuir a un consumo más responsable, lleva aparejada la necesidad de contar con expertos en el ámbito de la dietética, la dietoterapia y la nutrición. De ahí este curso, que parte del conocimiento del aparato digestivo y su funcionamiento para, a continuación, adentrarse en las particularidades de los alimentos y de su composición. De este modo, a su término, estará capacitado para promover aptitudes orientadas hacia la prevención de enfermedades relacionadas con una inadecuada alimentación.
Los principales objetivos de este curso son que, a su término, el alumno:
Este curso es adecuado para estudiantes y profesionales sanitarios que trabajen en el ámbito de la dietética, de la nutrición o de disciplinas afines; o para aquellas personas interesadas en la materia.