La constatación de las gravísimas consecuencias que supone la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) sobre el planeta ha alertado no solo a la comunidad científica, sino que ha supuesto un revulsivo para los gobiernos y para las principales organizaciones internacionales, que, atendiendo a lo apuntado por el IPCC (Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, establecido por la Organización Meteorológica Mundial y el Programa de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente) buscan contribuir a mitigar la situación, minimizando, para ello, la contaminación de origen antropogénico. Y, para ello, apuestan por una normativa cada vez más exigente en materia medioambiental, al tiempo que buscan un compromiso real de los países firmantes de los protocolos y acuerdos de actuación, que, en el caso de los integrantes de la UE, es especialmente ambicioso.
Es por ello que cada vez son más las empresas que optan por invertir en:
El efecto de la contaminación provocada por las empresas de conservación y explotación de carreteras en el medio ambiente es indudable, puesto que las actividades ligadas a este sector afectan de manera constante al entorno en el que se acometen. Este efecto se ha visto reducido gracias a la creación de instalaciones adecuadas, a la utilización de maquinaria menos contaminante, y al conocimiento de medidas preventivas eficaces.
De este modo, no solo se contribuye a minimizar el impacto de las distintas obras de mantenimiento y mejora de la red viaria sobre el medio ambiente, sino que se propicia cumplir con lo establecido en la actual legislación, en la que, para frenar la contaminación, se establecen sanciones civiles y penales considerables. Es por ello que, hoy en día, resulta imprescindible conocer de un modo exhaustivo la normativa vigente, los tipos de contaminantes y las medidas preventivas adecuadas para acometer de un modo respetuoso con el entorno las actividades de conservación y explotación de carreteras necesarias para garantizar la seguridad de sus usuarios.
A lo largo de este curso, se abordarán, por tanto, los conceptos a considerar por parte del alumno para minimizar el impacto ambiental derivado del mantenimiento de las infraestructuras viarias; y se profundizará en la normativa vigente en materia de ruido, de contaminación del agua, de gestión de residuos y de contaminación del suelo, al tiempo que se explicarán las medidas preventivas adecuadas a fin de evitarla o, al menos, reducir su incidencia.
Al término de este curso, el alumno conocerá pormenorizadamente la normativa vigente, los tipos de contaminantes y las medidas preventivas a adoptar cuando se acometen acciones encaminadas a la conservación y explotación de carreteras. De este modo, se busca contribuir a garantizar la seguridad vial meidante un óptimo mantenimiento de la red viaria sin que ello comprometa el desarrollo sostenible.
El contenido didáctico de este curso es adecuado para cubrir las necesidades formativas que, en materia medioambiental, necesiten satisfacer todas aquellas personas que trabajen en empresas que se dediquen a la Conservación y Explotación de Carreteras.