Disponer de un informe geotécnico suficiente para el tipo de terreno y para la edificación que se va a levantar sobre el mismo, es fundamental para proyectar adecuadamente una cimentación y lograr, con ello, que mantenga su capacidad de amortiguar las propiedades antitéticas de los medios que pone en contacto (la estructura y el terreno). No obstante, no siempre se solicita y, cuando sí se hace, no siempre se interpreta correctamente. De ahí que sea frecuente tener que atajar a corto, a medio o a largo plazo las patologías derivadas de una toma de decisiones insuficientemente documentada, que culmina en un defecto de proyecto o de ejecución. No en vano, los problemas más frecuentes a solventar suelen estar vinculados con la propia cimentación o con el suelo sobre el que se asienta; aunque, teniendo en cuenta que el terreno es un medio continuo, también podrían derivarse de otros factores extrínsecos, como las variaciones en las hipótesis del proyecto o las variaciones de las condiciones del entorno, como las derivadas de un cambio en el nivel freático o de la modificación de la transmisión directa de cargas debidas a cimentaciones próximas.
Atendiendo a lo expuesto, y al hecho de que las patologías se derivan del comportamiento conjunto de estructura, terreno y cimiento, es evidente que cualquier acción para solventar la situación, afectará también a las edificaciones colindantes, por lo que es imprescindible realizar una correcta diagnosis que permita evaluar las distintas opciones y definir, a partir de ellas, las medidas a adoptar al objeto de evitar que otras estructuras resulten también dañadas. La diagnosis exige, por tanto, partir del análisis de los síntomas (fisuras, grietas, desplomes...) y del conocimiento geotécnico del terreno de apoyo, para, a continuación, poder deducir cuál ha sido el mecanismo que los ha ocasionado y definir los medios y las procedimientos más adecuados para solucionarlos.
Así, entre otras cuestiones, a medida que se avance en la materia de este curso, se abundará en las técnicas de mejora de suelos, y en el cálculo y ejecución de recalces superficiales y profundos; y se estudiarán también las patologías usuales en muros de contención, pantallas y pilotes. En consecuencia, al término de esta formación, el alumnado contará con los conocimientos necesarios para diagnosticar las patologías usuales; para analizar soluciones que las subsanen o que, al menos, las frenen; y para llevarlas a la práctica sin que ello comprometa la seguridad de otras estructuras próximas.
Este curso además es válido conforme al nuevo Código Estructural que entró en vigor el 10 de noviembre de 2021.
El objetivo principal de este curso es aportar al alumno las herramientas necesarias para:
Para un óptimo aprovechamiento de la materia de este curso es necesario contar con conocimientos de partida en arquitectura o en ingeniería técnica o superior.
El contenido de este curso es adecuado para satisfacer las necesidades formativas de aparejadores, arquitectos e ingenieros técnicos o superiores en cuanto a las distintas patologías que se pueden deterctar en las cimentaciones y en cuanto a cómo hacerles frente.