Toda organización genera diariamente múltiples datos, de cuyo análisis dependerá, en buena medida, la gestión e incluso la supervivencia de la misma. Es por ello que, en un entorno cada vez más competitivo y siempre cambiante, es imprescindible contar con un sistema de información que permita a las empresas analizar de forma rápida y en tiempo real su situación económica y, de este modo, idear con prontitud estrategias que les permitan revertir situaciones de estancamiento e incluso prever posibles pérdidas y evitarlas o, cuando menos, minimizarlas.
Este sistema de información, que ha de favorecer un análisis global de las entidades y de su evolución, es lo que conocemos como Sistema de Control de Gestión. Y su principal propósito es el de medir el resultado de la gestión de los responsables con respecto al cumplimiento de los objetivos previamente fijados, algo para lo que es preciso definir los indicadores adecuados para identificar los datos que resulten determinantes para conocer cómo crece la empresa y qué áreas es preciso reforzar a fin de lograr el cumplimiento de los objetivos previamente definidos. No se trata de analizar todos los datos disponibles, puesto que esto generaría una cantidad de información ingente, sino de evaluar aquellos más preponderantes para alcanzar las metas establecidas y evitar que, en la medida de lo posible, los elementos exógenos afecten excesivamente a la consecución de las mismas. En este sentido, no se puede olvidar que las organizaciones han de competir en un entorno cada vez más complejo y en constante evolución, que exige una adaptación continua a las diferentes circunstancias que pudieran producirse e incidir sobre el crecimiento de la misma. No se trata únicamente de prever recesiones, sino de detectar oportunidades a fin de poder aprovecharlas y anticiparse no solo a las necesidades de los clientes, sino a las acciones de los competidores.
El Sistema de Control de Gestión, por tanto, ha de estar preparado para evolucionar conforme a las diferentes circunstancias que haya de atravesar la empresa, al objeto de lograr un mejor control de su actividad y de los resultados obtenidos. Además, ha de permitir medir, valorar e informar sobre el cumplimiento y evolución de los objetivos fijados; y, por supuesto, prever la evolución futura.
A través de este curso, se busca que el alumno:
Este Curso de Control de Gestión-Controller se caracteriza, además, por el hecho de que cuenta con una alta carga práctica, lo que favorecerá un aprendizaje significativo por parte del alumno, que, al conocer posibles situaciones que se pudieran llegar plantear, verá cómo se podría actuar para dar una solución satisfactoria a cada caso estudiado. Además, el futuro controller contará con el apoyo de un equipo de tutorización altamente cualificado, que responderá telemáticamente a cuantas cuestiones pudieran llegar a planteársele, a fin de que el alumno logre el mejor aprovechamiento posible del contenido didáctico del curso.
Formarse como controller, permite al alumno:
Este curso está pensado para directores financieros, responsables de administración, gerentes de planificación y control, responsables de proyectos de implantación de cuadros de mando integrales, etcétera.