El jefe de almacén es en la actualidad una figura clave, especialmente dentro de la estructura organizativa de las pymes (pequeñas y medianas empresas), y precisamente por ello la persona que ocupa dicho puesto suele asumir las responsabilidades aparejadas al mismo tras demostrar, durante años, su valía y su capacidad para organizar personas y recursos. Su cometido es fundamental, dado que una administración adecuada de los almacenes resulta imprescindible para una buena gestión de stocks y para ofrecer un servicio adecuado al cliente. Y ambos aspectos son básicos para poder trabajar hacia la calidad total, algo prioritario para las organizaciones más punteras.
En cualquier caso, para asumir dicha responsabilidad no basta con el conocimiento adquirido a partir de la experiencia, dado que la logística (entendida como la planificación, organización y control de una serie de actividades de transporte y almacenamiento que facilitan el movimiento de los materiales desde su origen hasta su destino final, con el fin de satisfacer la demanda al menor coste) desempeña un papel cada vez más importante en la empresa actual, en la que, además, se tienen especialmente en cuenta los flujos de información y control, a fin de contribuir a ofrecer el mejor servicio posible al cliente. Es por ello que, hoy en día, se dedica una importante cantidad de recursos a la investigación encaminada a lograr la racionalización de los distintos procesos. Y se parte, para hacerlo, de nuevas técnicas que permitan una gestión más eficiente de los almacenes y de las mercancías, algo que supondrá significativos ahorros derivados de la reducción de costes (en gastos de almacenamiento y desplazamientos); de la optimización de tiempos; e incluso de una mejor gestión del personal.
Este tipo de acciones, además, garantizará a la empresa el poder disponer de las materias primas o de las mercancías necesarias en el momento preciso, lo que le evitará el tener que optar por un exceso de stock (algo que, especialmente en el caso artículos o productos perecederos o de rápida obsolescencia, podría suponer importantes pérdidas) o el tener que asumir tiempos de espera excesivos para los clientes, que minarían su confianza y que podrían llevarles a decantarse por compañías que les ofrezcan un servicio más ágil.
De ahí la importancia de este Curso de encargado o jefe de almacén, a partir del cual el alumno conocerá los aspectos fundamentales en cuanto a la gestión de almacenes, su mantenimiento y el transporte interno de mercancías; las claves para lograr una mayor eficiencia de los equipos en función de su utilización; los aparatos y maquinaria fijos y móviles adecuados a cada instalación y sistema de organización; y los métodos y procedimientos que se han de acometer para ejecutar satisfactoriamente las tareas operativas del almacén.
Asimismo, el alumno se acercará a los aspectos básicos a tener en cuenta en el diseño de almacenes y conocerá los sistemas que propician avanzar hacia la calidad total, algo en lo que también incidirán positivamente los conocimientos que adquiera en cuanto a las técnicas de gestión de los recursos humanos y de la información disponible. Y, por supuesto, descubrirá cuáles son sus funciones atendiendo, para ello, al tipo y sistema de control de stocks que se implante en el almacén de cuya gestión y control sea responsable.
Este curso permitirá que los alumnos conozcan:
Este curso ha sido ideado para aquellas personas que hayan de ejercer como responsables de la empresa en las funciones de almacenaje, distribución y servicio al cliente.