Al adentrarnos en la Hemeroteca, nos encontramos con datos preocupantes sobre la degradación del suelo en España. Hace años, ya se advertía que el 31,5% del país estaba en riesgo de desertificación, especialmente en Canarias, Comunidad Valenciana y Murcia, donde el 90% del territorio enfrentaba este peligro, según el Ministerio de Medio Ambiente en 2005. Lamentablemente, en 2016, Deforesta confirmó que esta cifra ha aumentado considerablemente. La asociación, dedicada a promover el desarrollo sostenible y declarada de Utilidad Pública, destacó que el 37% del territorio español ya estaba en riesgo, principalmente en la mitad sur de la península, en la zona mediterránea y en Canarias. Estos datos coincidieron con la conmemoración anual del Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía, promovida por las Naciones Unidas el 17 de junio.
Según la ONU, la desertificación es la degradación de tierras en zonas áridas, semiáridas y subhúmedas, resultado de factores climáticos y actividades humanas. El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente señala algunas condiciones que contribuyen al proceso:
Conocer estos factores agravantes y apostar por la sostenibilidad es esencial para frenar el avance de la desertificación y sus consecuencias negativas, como la reducción de la capacidad de producción del suelo, empobrecimiento de la biodiversidad y disminución de la disponibilidad del agua.
Se hace urgente implementar programas de largo alcance para combatir la desertificación, pues las acciones a corto plazo no bastan para regenerar y conservar los suelos. La participación activa de aquellos cuyo sustento proviene de la tierra es clave para lograr una rehabilitación efectiva, tal como afirmaba la FAO en 1993. En este sentido, España ha desarrollado el Programa de Acción Nacional contra la Desertificación (PAND) en cumplimiento de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CLD).
El curso de Especialización en Recuperación y Restauración de Suelos abordará las particularidades de cada tipo de suelo, los factores climáticos que influyen en su degradación y las formas de frenar su deterioro y promover su recuperación, junto con la biodiversidad que lo caracteriza. Recordemos las palabras del escritor Wendell Berry, quien defiende que "el suelo es el gran conector de vidas", y sin protegerlo adecuadamente, no podremos tener comunidad ni vida. En el curso, los participantes se sumergirán en el estudio de la erosión del suelo, su impacto en la actividad agropecuaria y el medio ambiente, así como las estrategias para prevenirla y rehabilitar las áreas afectadas.
A través de este curso, el alumno conocerá:
Este programa formativo es ideal para aquellos interesados en adquirir un conocimiento profundo sobre los aspectos fundamentales del suelo, así como en entender los desafíos que enfrenta y las diversas soluciones para mejorar su calidad. Es una opción atractiva tanto para personas dedicadas a la agricultura y la ganadería como para profesionales de áreas como Ciencias Ambientales, Biología, Ingeniería Forestal, Montes, Agrícola y muchos otros campos afines.