La higiene de los alimentos es una disciplina de naturaleza eminentemente preventiva. Y, aunque es posible que todavía queden bastantes cosas que aprender y experimentar en la materia, lo cierto es que la ciencia moderna posee ya, en nuestros días, conocimientos suficientes respecto a los mecanismos fundamentales de producción de las enfermedades de transmisión alimentaria y a la forma de contrarrestarlas. Es por ello que resulta necesaria una prevención eficaz durante la vida útil de los distintos alimentos, desde el momento de su producción o elaboración hasta el de su consumo final, sin olvidar ninguna de las etapas intermedias de su transporte, almacenamiento y preparación para el consumo.
Con este convencimiento, los profesionales de este sector han de conocer las principales medidas preventivas que permiten asegurar la inocuidad de los alimentos, a partir de la higiene personal de los manipuladores; precauciones que deben adoptarse en los centros de producción así como durante el transporte, envasado, transformación y almacenamiento de los alimentos.
Todo trabajador que vaya a comenzar a trabajar en empresas de este grupo o que vaya a asumir funciones ligadas a la manipulación de alimentos en etapas intermedias ha de contar previamente a su incorporación al puesto con formación específica en materia de higiene alimentaria; y el responsable de la empresa habrá de proporcionársela, atendiendo a las particularidades del puesto de trabajo designado, dado que los manipuladores representan un riesgo potencial de transmisión de gérmenes causantes de enfermedades en los consumidores.
El 19 de febrero de 2010 se publica en el BOE (Boletín Oficial del Estado) el Real Decreto 109/2010 de 5 de febrero que deroga el Real Decreto 202/2000, con esta modificación normativa, se elimina la obligación de autorización administrativa previa para los cursos de manipulador de alimentos pero se mantiene la obligación de dicha formación y se traslada la responsabilidad en materia de formación desde las administraciones competentes a los operadores de empresas alimentarias, que habrán de acreditar, en las visitas de control oficial, que los manipuladores de las empresas han sido debidamente formados en las labores encomendadas, con lo que este curso es perfectamente válido para cumplir con el requisito legal de formación.
Los Certificados de Manipulador de Alimentos emitidos por nuestro centro de formación son válidos en todo el territorio nacional. La verificación de la adecuación de la formación recibida por los manipuladores de alimentos queda trasladada a los servicios oficiales de inspección sanitarios de cada comunidad que, en función de cada empresa en concreto, determinarán la suficiencia o no de los conocimientos adquiridos por dichos manipuladores de alimentos.
Es por ello de vital importancia elegir el curso de manipulador de alimentos que se adecue a las labores desempeñadas en el puesto de trabajo designado.
Un óptimo aprovechamiento del contenido didáctico este curso permitirá a los profesionales que trabajan en transporte, almacenamiento y preparación de alimentos para el consumo contar con las claves para su correcto tratamiento, atendiendo al riesgo aparejado a una práctica inadecuada , tal y como se plasma en el módulo específico para el caso particular de manipuladores de alimentos en etapas intermedias.
El contenido de este curso es adecuado para profesionales que tienen contacto directo con los alimentos durante su preparación, fabricación, transformación, elaboración, envasado, almacenamiento, transporte, distribución, venta, suministro y servicios de productos alimenticios al consumidor.