Toda actividad humana genera contaminación ambiental, por lo que, dada su repercusión innegable sobre el entorno, es cada vez más evidente que es preciso conocer cómo minimizarla, especialmente en el caso de las organizaciones de carácter empresarial, sea cual sea el sector económico en el que operen. No se puede olvidar, en este sentido, que, además de generar residuos sólidos y de emitir gases de efecto invernadero a la atmósfera, el comercio y la industria también pueden ser responsables de otros tipos de contaminación, que, pese a que sus consecuencias son a priori menos evidentes (como en el caso de la acústica), también perjudican sustancialmente a los ecosistemas propios de su ámbito de influencia. Es más, incluso determinadas prácticas ligadas al sector primario, pueden llegar a afectar gravemente al suelo o a los principales recursos hídricos y, por ende, a la salud humana y a la del resto de seres vivos. De ahí que, para atajar su incidencia, haya de ser abordada desde un prisma global que permita afrontarla en su conjunto; y esto exige dotar a la empresa de los mecanismos y herramientas necesarios para eliminarla o, cuando menos, reducirla.
Uno de los principales objetivos de la sensibilización ambiental es motivarnos a practicar las técnicas de conservación y producción amigable con el ambiente, mediante la comprensión sobre la importancia de conservar los recursos naturales de los que disponemos. Para ello, es necesario el conocimiento de una serie de buenas prácticas para reducir la contaminación atmosférica, del agua, suelos, en general, para proteger el medio ambiente.
La creciente conciencia medioambiental, junto con exigencias legales y administrativas cada vez más rigurosas, ha contribuido a que la contaminación generada por el comercio y la industria se haya visto reducida sustancialmente en los últimos años. No en vano, son cada vez más las personas que exigen que los productos que consumen sean generados por entidades que apuesten por fomentar una responsabilidad social corporativa creciente; y son, también, cada vez más los mercados que demandan a las empresas un compromiso firme con el medioambiente, que, de no cumplirse, les impide el acceso a los mismos.
En este curso aprenderás cuales son los recursos naturales disponibles, los diferentes tipos de contaminación tanto a nivel residuos, emisiones y vertidos. Por otro lado, al finalizar el curso conocerás las buenas prácticas ambientales para crear una mejor sensibilización ambiental y conseguir un planeta mejor.
Este curso está dirigido a :
Profesionales y técnicos que participan en la gestión del medio ambiente.
Personal encargado de la implantación de un Sistema de Gestión Ambiental en la empresa.
Personas involucradas en el control de los aspectos medioambientales en la empresa.
Profesionales de diversas titulaciones, estudiantes y técnicos que deseen adquirir competencias en materia de sensibilización ambiental.