La historia de la humanidad está marcada por el afán de superación que ha guiado a las distintas sociedades que la protagonizaron, ya fuese a nivel colectivo, para garantizar por ejemplo la supervivencia de la especie, ya fuese desde el ámbito individual, otorgando un gran protagonismo al sujeto y a su desarrollo personal. Esta evolución constante ha derivado en la sociedad actual que, en Occidente y pese a la particularidades de cada cultura, busca favorecer el progreso conjunto, sin que con ello se merme la capacidad de autorrealización de los individuos que la conforman. Para avanzar hacia la consecución de este doble objetivo, es preciso favorecer la igualdad de trato y de oportunidades; y esto exige la puesta en marcha de todo tipo de políticas que contribuyan a favorecer, entre otras cuestiones, el bienestar social. Así, dada su relevancia para el conjunto de la ciudadanía, este tipo de acciones han de ser asumidas y favorecidas tanto desde la iniciativa pública como desde el ámbito privado. De ahí, surge, por tanto la apuesta creciente por la acción social, para cuya materialización es imprescindible partir de un conocimiento amplio acerca de los distintos ámbitos a atender.
Sin este conocimiento global acerca de la situación actual de la sociedad y de las distintas áreas generadoras de inequidad, no será factible una reflexión productiva acerca de la realidad a afrontar, ni, en consecuencia, una intervención adecuada que contribuya a la construcción de un compromiso social que favorezca el avance hacia la igualdad de trato y de oportunidades. De ahí, precisamente, la necesidad de una formación continua por parte de los profesionales que, ya sea desde el ámbito laboral o a partir de acciones de voluntariado, se ocupen de estas materias , entre las que sobresalen, por ejemplo, el desempleo, la discapacidad, la dependencia y el manejo del enfermo terminal, el trabajo con menores, el tratamiento de drogodependencias, la inmigración, etcétera. Y todo ello, sin olvidar que quienes ejercen como cuidadores, ya sea profesionalmente o no, precisan también de apoyo y de formación continuos para asumir sus funciones y para gestionar su realidad.
A través de este Curso Superior de Acción Social, los alumnos descubrirán las distintas herramientas disponibles y los nuevos enfoques con los que podrán trabajar de cara a que la intervención con el Tercer Sector de Acción Social (aquel que ha de enfrentar situaciones de desigualdad y exclusión social derivadas de la persistencia de problemas estructurales de tipo económico y social, tal y como recoge la Ley 43/2015 del Tercer Sector de Acción Social) sea lo más provechosa posible.
El objetivo de este curso es lograr que el alumno:
El contenido de este curso es adecuado para todas aquellas personas que participen activamente en el desarrollo y puesta en marcha de programas de acción y bienestar social, o que deseen orientar su actividad profesional hacia este área.