Junto a la energía solar térmica y a la fotovoltaica, la energía solar termoeléctrica (conocida también como energía termosolar o energía solar de concentración) permite el aprovechamiento de la energía solar; en este caso, se emplea para la generación de electricidad en plantas de gran potencia, con resultados equiparables a centrales de producción de energía convencional, pero con los beneficios medioambientales de las energías renovables.
Para ello, las centrales solares termoeléctricas se valen de lentes o espejos y dispositivos de seguimiento solar para la captación, concentración y transformación de la radiación solar en calor, a media-alta temperatura (desde 400ºC y hasta 2.000ºC), para su posterior transferencia a un fluido térmico caloportador. Ese fluido puede efectuar directamente el ciclo de conversión termodinámica, en el caso de que, por ejemplo, sea vapor o aire, o bien puede intercambiar su energía con los fluidos que se utilizarán en las turbinas o con otro fluido. Es el caso de aquellos sistemas que, como fluido primario, se valen de aceites térmicos que entregan su energía al vapor que moverá la turbina o a las sales fundidas que se emplearán como sistema de almacenamiento. Finalmente, una vez que se produce su expansión en las turbinas conectadas a alternadores, se genera electricidad para su inyección a la red de distribución.
Dadas las características del país (especialmente en aquellas comunidades situadas al sur de la península), entre las que sobresale la abundancia de radiación solar, España es líder en cuanto a potencia instalada y en cuanto a capacidad tecnológica. De hecho, junto a EEUU, representa casi el 90 por ciento de la capacidad instalada a nivel mundial y cuatro de sus centrales se encuentran entre las diez mayores plantas termosolares del mundo:
Entre los distintos tipos de tecnologías, se han desarrollado tres: centrales de colectores cilindro-parabólicos (con relaciones de concentración solar de entre 30 a 80), centrales de torre (cuyos órdenes de concentración son de 200 a 1.000) y generadores solares disco-parabólicos, cuyo reflector absorbe la energía reflejada por los concentradores haciendo que el fluido del receptor se caliente a unos 750º.
El potencial, por tanto, está ahí y, dado el futuro que se le augura a la energía solar termoeléctrica, es un momento óptimo para formarse en este campo. No hay que olvidar, en este sentido, la apuesta de Europa, que se plasma en su Libro Verde, por impulsar políticas que favorezcan el uso de energías renovables, a fin de contribuir a reducir la dependencia de los hidrocarburos para la generación de energía.
A través de este curso de instalación y mantenimiento de plantas solares termoeléctricas, se busca capacitar a los alumnos para que puedan dar respuesta a las necesidades de este sector en auge, a fin de dotarles de las herramientas precisas para ocuparse con solvencia de la instalación y mantenimiento de este tipo de plantas energéticas.
Este curso capacitará al alumno para la instalación y mantenimiento de plantas solares termoelécticas. Para ello, conocerá:
Este curso es idóneo para ingenieros técnicos y superiores, para titulados de FP (ramas de electricidad, electrónica o automatización), para mandos y gerentes de empresas vinculadas al sector de la energía, etc.