Pese a que en el artículo 14 de la Constitución española se especifica que todos los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de sexo, lo cierto es que de los datos que manejan desde distintos organismos públicos, como el Observatorio de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres (creado en 2000), se extraen conclusiones altamente preocupantes. De ahí que, atendiendo a lo manifestado en el artículo 9.2 de la Carta Magna, en la que se especifica que "corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas; remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social", se hayan impulsado múltiples acciones para contribuir a la equidad, siendo la más significativa la publicación de la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la Igualdad Efectiva de Hombres y Mujeres, motivada, entre otras cuestiones, por la siguiente:
"La violencia de género, la discriminación salarial, la discriminación en las pensiones de viudedad, el mayor desempleo femenino, la todavía escasa presencia de las mujeres en puestos de responsabilidad política, social, cultural y económica, o los problemas de conciliación entre la vida personal, laboral y familiar muestran cómo la igualdad plena, efectiva, entre mujeres y hombres, aquella «perfecta igualdad que no admitiera poder ni privilegio para unos ni incapacidad para otros», en palabras escritas por John Stuart Mill hace casi 140 años, es todavía hoy una tarea pendiente que precisa de nuevos instrumentos jurídicos".
Por tanto, se hacía necesario un marco normativo a partir del que favorecer la prevención de conductas discriminatorias y la puesta en marcha de políticas activas desde las que hacer efectivo el principio de igualdad en todo tipo de ámbitos, incluido el empresarial, situando para ello en el punto de mira las medidas a adoptar en cuanto al acceso al empleo, a la formación y a la promoción profesionales, en cuanto a las condiciones de trabajo, y en cuanto a la protección frente al acoso sexual y al acoso por razón de sexo; y especificando el deber de negociar planes de igualdad, una medida que, inicialmente se planteaba para empresas con más de 250 personas en plantilla y que, en la actualidad, se ha de aplicar a:
A través de este curso de Planes de Igualdad y Violencia de Género, para cuyo óptimo aprovechamiento no es imprescindible contar con formación específica sobre legislación, el alumnado adquirirá conocimientos acerca de diversos aspectos relativos a la igualdad y a la prohibición de discriminación; y, para ello, dispondrá de un completo temario que se estructura de tal forma que a cualquier persona le resulte sencillo acercarse a los conceptos expuestos en el mismo, indistintamente de su titulación o formación académica previa.
Durante el aprendizaje, se abordarán la regulación sobre igualdad y no discriminación, y aspectos tan relevantes y específicos como la igualdad efectiva de mujeres y hombres, y la normativa complementaria de referencia. Además, se profundizará en el acoso y la violencia de género, en su tratamiento y en los protocolos de actuación/prevención de implantación necesaria en cualquier tipo de organización o empresa.
Así, al finalizar su formación, el alumno no solo conocerá los conceptos clave y los instrumentos adecuados para intervenir de cara a la consecución de la igualdad de oportunidades y de trato, sino que también se familiarizará con los objetivos de las políticas públicas en materia de igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, de tal manera que pueda aplicar la perspectiva de género en el conjunto de políticas públicas; y también con las herramientas teóricas, metodológicas y conceptuales para el diseño, implementación, evaluación e intervención en igualdad de oportunidades y trato entre mujeres y hombres, con especial atención al ámbito laboral y/o desde la política sindical. Y, a mayores, ejercitará el pensamiento estratégico, integrando teoría y práctica con el objetivo de desarrollar un aprendizaje activo y colaborativo.
A medida que avance en la materia, el alumno:
Este curso centrado en la redacción e implementación de planes de igualdad, y en las acciones encaminadas a la erradicación de la violencia de género. Está dirigido a grupos funcionariales y laborales.