La evolución de la empresa a lo largo del último siglo ha sido tan sustancial que no solo se han mejorado los sistemas de producción, a fin de garantizar calidad a un precio ajustado, sino que se ha incentivado también el compromiso social y medioambiental de las organizaciones, y se ha realizado una fuerte apuesta por la mejora de las condiciones sociolaborales de quienes las conforman, al objeto de atraer y retener talento y, de este modo, contar con el mejor equipo posible sin que ello lleve aparejado un gasto o una inversión inasumibles.
Para avanzar en este sentido, fue imprescindible concretar las atribuciones, lo que favoreció la creación de departamentos que, durante años, se consideraron secundarios y, por tanto, prescindibles. Entre ellos, figuraba el de Recursos Humanos (RRHH), cuyo crecimiento ha sido especialmente significativo. De hecho, en los últimos años se ha pasado de carecer de una sección específica, puesto que sus funciones eran usualmente asumidas por la alta dirección, a definirlo claramente y, en el caso de las grandes empresas, a subdividirla en distintas áreas de interés y acción, a fin de satisfacer las necesidades de la empresa y, con ellas, las de sus clientes. Esto tuvo que ver con la toma de conciencia por parte de los responsables de las organizaciones acerca del hecho de que era precisamente su personal el que les otorgaba valor, al propiciar su diferenciación con respecto a la competencia.
Así, hoy en día, los recursos humanos son considerados como activos especialmente valiosos para todo tipo de organizaciones, puesto que, salvo en el caso de aquellas que ostenten un monopolio, han de enfrentarse a un entorno cada vez más exigente, condicionado por una globalización que, al tiempo que les otorga nuevas oportunidades, ha posibilitado la irrupción en casi cualquier sector de todo tipo de empresas, incluso pymes, que en los últimos años y gracias a las nuevas tecnologías de la comunicación, han visto sustancialmente incrementado su ámbito de influencia y, con ello, se han convertido en competidoras en mercados que, hasta ahora, les parecían inalcanzables.
Distinguirse es, por tanto, fundamental y, para hacerlo, es preciso prestar especial atención al peso que el equipo humano tendrá sobre la imagen proyectada. De hecho, este redundará tanto cuantitativa como cualitativamente sobre los resultados que la organización obtenga. Por tanto, es incuestionable la necesidad de contar con personal altamente cualificado para definir la plantilla; para atraer talento; para descubrir las necesidades en cuanto a capacitación de los trabajadores, otorgándoles nuevas competencias y favoreciendo que estos se sientan valorados y realizados; y, por supuesto, para retenerlo, algo especialmente difícil en un mercado tan dinámico y cambiante como el actual, en el que cada vez son más las empresas que apuestan por invertir en headhunting, a fin de hacerse con el mejor equipo posible.
En cualquier caso, los responsables del área de Recursos Humanos no pueden olvidar que los recursos humanos representan una parte muy significativa sobre el total de gastos en los que, durante el ejercicio económico, incurre la compañía, incidiendo de forma directa o indirecta sobre su viabilidad. De ahí que, en este departamento, resulte imprescindible también medir los resultados ligados a su gestión, partiendo, para ello, de la base de que este tipo de análisis ha de encauzarse de cara a prevenir los posibles problemas que podrían llegar a presentarse en un futuro y, de este modo, atajarlos. Por tanto, resulta imprescindible saber auditar cada uno de los aspectos ligados al ámbito sociolaboral, a fin de optimizar con ello la gestión del personal.
A través de este curso, el alumno descubrirá los beneficios que los diferentes tipos de auditoría reportarán a las empresas, y qué ha de caracterizarlos, al objeto de que el método de análisis elegido le sirva, de forma efectiva, para garantizar que los resultados y conclusiones obtenidos resulten realmente útiles para promover mejoras en el área de los recursos humanos de las organizaciones para las que trabaje. Para ello, partiendo de un completo contenido didáctico, se le aportarán los conocimientos necesarios para contribuir, en primer lugar, a que se familiarice con los principales indicadores de desempeño ligados a las actividades usuales del departamento de RRHH; y, también, a que conozca cómo utilizar la información que estos les reporten. De este modo, será capaz de detectar posibles situaciones de riesgo antes de que estas tengan un impacto negativo sobre las organizaciones en las que trabaje; y, en consecuencia, podrá posibilitar la imprescindible puesta en marcha de acciones preventivas.
A través de este curso de Auditor de la Gestión de los Recursos Humanos, el alumno:
Este curso es adecuado para toda persona que quiera centrar su actividad profesional en la auditoría de la gestión de los recursos humanos, o incluso para cualquier empresario o directivo que quieran incrementar su formación al respecto.