Lograr la máxima calidad en el producto y servicio prestado, así como la máxima rentabilidad y optimización de los procesos se ha convertido en un reto empresarial de gran importancia, dado que de ello depende, en buena medida, la pervivencia de las organizaciones en un entorno cada vez más competitivo. Para lograr alcanzar estas metas y avanzar hacia la excelencia, las entidades más modernas se han ido sumiendo progresivamente en la implantación de sistemas de excelencia empresarial como el promulgado por la European Foundation for Quality Management (EFQM), un modelo no normativo que resulta especialmente útil debido a que su concepto fundamental es el de promover una autoevaluación constante, que se base en un análisis detallado del funcionamiento del sistema de gestión de la organización y que usa como guía los criterios descritos en el propio modelo.
Dichos criterios se dividen en dos grande grupos: los agentes, que son los principales responsables de los resultados obtenidos; y los resultados alcanzados en las personas, en los clientes y en la sociedad, y que han de lograrse a partir de los enfoques adoptados por los agentes, que, para ello, han de abarcar todas las áreas relevantes; esto es, el liderazgo, la política y la estrategia, las personas, las alianzas y recursos, y los procesos.
Adoptar este modelo no implica una contraposición a otros enfoques (aplicación de determinadas técnicas de gestión, normativas ISO, normas industriales específicas, etcétera), sino que propicia más bien la integración de los mismos en un esquema más amplio y completo de gestión. No hay que olvidar, en este sentido que la utilización sistemática y periódica del modelo por parte de un equipo directivo permite establecer planes de mejora basados en hechos objetivos y alcanzar una visión común sobre las metas a lograr y las herramientas a utilizar. Es decir, su aplicación se basa en:
De este modo, el Modelo EFQM se puede describir como una herramienta integral a partir de la que acometer un análisis objetivo, riguroso y estructurado del funcionamiento de la organización que lo adopte; y que, de este modo, puede sentar las bases para la mejora de su sistema de gestión, algo que le permitirá avanzar hacia la ansiada calidad total y hacia la excelencia.
A través de este curso de Implantación del Modelo de Gestión según **EFQM 2020, **se mostrarán al alumno las claves para su aplicación en la empresa y para el mejor aprovechamiento posible del potencial que ofrece. Y, para ello, se familiarizará con los conceptos fundamentales de la excelencia; con la misión y la estructura de los agentes; con los criterios propios del Modelo EFQM; con los resultados, incluidos aquellos que se consideran clave; con la matriz REDER (una variante del Círculo de Deming a partir de la que se atiende a los resultados, al enfoque, al despliegue y a la evaluación-revisión); con el proceso de puntuación y consenso; con la autoevaluación; y con el cambio, a fin de dar una respuesta positiva a las expectativas planteadas al inicio del proceso.
Al finalizar este curso, el alumno:
Aunque no existen requisitos de acceso, es conveniente que el alumno tenga un conocimiento previo acerca de los sistemas de gestión de la calidad.
Esta formación es especialmente útil para aquellos profesionales que utilicen técnicas de mejora emprsarial, puesto que el EFQM constituye un sistema de reconocimiento que afecta a todos los niveles de la organización.