Mantener o mejorar la situación competitiva de una empresa pasa, en la actualidad, por operar en mercados globalizados; de ahí que resulte imprescindible establecer las bases para conocer las características de las preferencias y necesidades particulares de cada área a la que abastecer, a fin de producir aquello que se solicita en el momento en el que se demanda. Y, para satisfacer los pedidos en tiempo y forma, es imprescindible optimizar todo tipo de sistemas encaminados a lograr este objetivo. De ahí que, entre otras cuestiones fundamentales, sobresalga la obligación de apostar por innovar de cara a favorecer el auge de la Logística o de la Gestión de la Cadena de Suministro (Supply Chain Management). No hay que olvidar, en este sentido, que las actividades logísticas (compras y aprovisionamientos, planificación y control de producción, transporte, control de stocks, distribución) proporcionan el puente entre las ubicaciones de la producción y las de mercado, que, como sabemos, están separadas por el tiempo y la distancia, ni tampoco que son fundamentales para el correcto desarrollo del proceso productivo. En consecuencia, una dirección adecuada de estas actividades se antoja, por tanto, de vital importancia para la consecución de los objetivos competitivos de las empresas.
De esto se deduce que toda organización productora necesita conocer y controlar de forma exhaustiva los procesos de fabricación y planificación de la distribución. Tanto es así que estas tareas son fundamentales a la hora de que una empresa tenga el éxito esperado y esté en condiciones de satisfacer como se espera las necesidades y expectativas de sus clientes. Es por ello por lo que cada día es más evidente que toda entidad ha de contar con personal altamente especializado en planificación y gestión de la producción; y esto implica conocer las claves de la producción ajustada y más concretamente de los sistemas JIT (Just in time o Justo a tiempo).
Estos sistemas de producción han tenido un auge sin precedentes durante las últimas décadas. Tanto es así que, después del éxito de su implantación en compañías japonesas (en los años que siguieron a la crisis de los setenta del pasado siglo XX), investigadores y empresas de todo el mundo centraron su atención en esta forma de producción que, hasta ese momento, se había considerado vinculada con tradiciones tanto culturales como sociales niponas y, por tanto, de muy difícil implantación en industrias no japonesas. Conocer estos sistemas resulta hoy en día casi imprescindible para poder evaluar con rigor los procesos productivos y para poder realizar una buena planificación de la producción.
El propósito de este curso es que el alumno adquiera conocimientos básicos sobre:
Este curso está específicamente pensado para directivos, mandos intermedios y personal del departamento de producción; y para empresas que deseen implantar o perfeccionar su sistema de producción.