El precio de la fruta depende, en buena medida, de sus características. Tanto es así que variedades y calidades que hasta hace muy poco tiempo eran comerciales, actualmente solo se pueden destinar a la industria. De ahí la importancia de conocer las distintas opciones de injerto y poda, dado que:
Ateniendo a lo expuesto, se puede concluir que, para lograr mejoras en cuanto a producción y conseguir los resultados deseados, es preciso partir de un conocimiento adecuado de las distintas técnicas de injerto y poda, puesto que, si se efectuarlas de forma inapropiada no solo repercutiría negativamente sobre la producción, sino que podría derivar en pudriciones de madera y acortarían, incluso, la vida del árbol.
Los procedimientos, en cualquier caso, son múltiples y los objetivos a alcanzar con cada uno de ellos, muy diversos. No obstante, los fruticultores han ido abandonando progresivamente algunas técnicas de antaño, y han minimizado sus esfuerzos de cara a la consecución de formas artísticas, para apostar hoy en día por otras más naturales, irregulares y sencillas, que resulten compatibles, eso sí, con una optimización del rendimiento de cada ejemplar; y sin que ello suponga un coste desmesurado en cuanto a mano de obra. Esta cuestión es, de hecho, una de las prioridades actuales, dado que los precios de la fruta en origen se han mantenido casi invariables en las últimas tres décadas.
Es por ello que urge apostar por una mejora en cuanto a la formación de profesionales, al objeto de que puedan responder a las exigencias y necesidades reales del entorno rural y, de este modo, contribuir a sentar las bases para favorecer un desarrollo social y económico sostenible, que, además, sea compatible con la conservación y mejora del medio ambiente. Para ello, es imprescindible que cuenten con conocimientos sólidos en la materia, que permitan al fruticultor realizar estas operaciones de cultivo de una forma mucho más segura y flexible, atendiendo, para ello, eso sí, a la finalidad de la acción (podemos hablar de poda de plantación, de formación, de fructificación o de rejuvenecimiento) y a la época en la que se realiza, al tipo de árbol a tratar (que habrá de ser previamente preparado para el injerto), al método utilizado, etcétera.
Al término de este curso de Poda e injerto de frutales, los alumnos habrán afianzado sus conocimientos en cuanto a injerto y poda, puesto que descubrirán los tipos más comunes y las claves para acometerlos; las prácticas desaconsejadas, como el desmoche (que implica una poda radical); y las técnicas a aplicar en función del tipo de injerto o poda elegido para conseguir los resultados esperados.
A medida que avance en la materia de este curso, el alumno irá adquiriendo una formación sólida a partir de la que podrá obtener un mayor rendimiento de los árboles frutales, dado que:
Este curso está dirigido a cualquier proferional que quiera mejorar sus conocimientos en cuanto a poda e injerto y, de este modo, aplicar las técnicas más apropiadas a cada especie y circunstancia.